lunes, 14 de noviembre de 2011

CUANDO NO HACE FALTA ESCRIBIR


Como un pájaro libre de libre vuelo,
Como un pájaro libre así te quiero...
Mercedes Sosa.


                  Ahora que estoy como en un periodo de falta de inspiración quiero compartir la nota que escribí para agradecer a los amigos que me ayudaron a hacer la fiesta,  sobre todo con quienes no tuvieron la oportunidad de asistir a nuestra fiesta patronal del año 2010 y obviamente no leyeron el programa del Capitán de la Segunda  Tarde Taurina.  

                  La fiesta llegaba con la dulzura de un cuento infantil donde todo era posible, incluso los caprichos menos razonables. Nuestra plaza se convertía en una feria multicolor de ropa, zapatos, juguetes y música. Eran épocas de “Ferromeque” el vendedor de discos, de “Díaz” el vendedor de ropa “Fina” y de las noches de filmina con fotos estáticas que el padre Ugo nos mostraba entre las oraciones y cánticos. Eran tiempos de cohetes, luces de colores, de castillos impacientes y nerviosos que infundían emoción e inquietud entre el gentío y los niños. Eran tiempos de gente sencilla, creyente y de una fe inquebrantable en la mamá de todos, nuestra Virgen Patrona por todo los tiempos.
                        Era la semana en que todo estaba permitido, llegar tarde a casa, tomarte a hurtadillas algún amargo licor y tal vez, en la oscuridad de la noche entre luces centelleantes de los cohetes explotando en el cielo, robarle un beso a la vecina.

                        Y como en un cuento también, los años han pasado sin que lo hayamos notado. Y ahora los niños que un día fuimos, los que un día jugábamos en algún patio trasero imitando la corrida de toros y a la fiesta entera, entre barreras hechas de maderos de rayán y quiméricos castillos elaborados de palitos de fósforo, azufre y pabilo mojado en querosene, como reafirmación de nuestra fe en la Virgen y nuestra chacasinidad tenemos la obligación de continuar con el rito eterno de mantener nuestras tradiciones. Y que mejor hacerlo sabiendo que tenemos amigos antiguos y nuevos, que entienden que ser Chacasino encarna el dulce encanto del reencuentro  cuando el corazón nos empuja a estar juntos en una misma fe en torno a “Mama Ashu”,  siendo solidarios, hospitalarios y tradicionalistas. Es por eso que, quitándole un poco de espacio al programa, quiero agradecer a todos mis amigos, parientes y personas en general, por ayudarnos a hacer esta fiesta en homenaje a nuestra “Mama Ashu”.

1 comentario:

  1. QUE MAS TE HACE FALTA, UNA INSPIRACIÓN TIERNA COMO LA DEL NIÑO QUE LO HAS PUESTO....

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